Rosa Ramírez dice:
Para los desmemoriados, olvidadizos convenientes les recuerdo que el 11 de mayo es el cumpleaños del Pérez Araya, mansa fiesta le estaríamos armando pero los malditos de siempre le arrebataron su sueño de hacer de Matucana Nro 100 una ciudadela teatral y sin chuparle la teta al estado...
Como es vital mantener la memoria viva de los sucesos que surgen desde las motivaciones más orgánicas de todo grupo humano, es que se me hace necesario masificar esta experiencia que surge como un gran gesto de amor hacia Andrés Pérez Araya y de rebeldía ante la injusticia ancestral que se vive en nuestro país desde el dominio de los poderosos y privilegiados de siempre hacia los explotados, silenciados y olvidados aún no logramos revertir.
Cuando Andrés muere el 3 de enero del año 2002, a los 50 años, en el hospital público San José, hospital al que tenemos acceso, además de los habitantes del sector, los asociados al sindicato de actores; me enfrente al dolor más infinito; no sólo perdía al amigo, al director, al creador, al padre de mi hijo, sino que me enfrentaba, una vez más a la institucionalidad, al oficialismo, a la mentira, al oportunismo, al enfrentamiento con la burocracia, a las condolencias hipócritas, a no poder vivir el duelo.
También me enfrenté y lo vivo hasta el día de hoy, a quince años de su muerte, al cariño de las personas más sencillas, mas agradecidas por todo lo que este creador hizo por llevar el teatro, la danza, la ópera a los sectores desprotegidos de todo nuestro país, así no más, con las patas y el buche y con una patota de soñadores que amábamos el teatro tanto como él, con una patota de patudos que creíamos podíamos y debíamos cambiar el mundo… yo aún lo creo.
Vivimos la alegría, la felicidad de transformar la mugre, la fealdad en belleza, en estética, en arte, fuimos capaces de transformar una bodega en desuso, en los Galpones Teatrales. Alcanzamos a estar físicamente, 4 meses en esta felicidad y sin darnos cuenta llegó la mirada, las garras, de seres mezquinos, codiciosos que sin respetar los sueños de un colectivo que le había dado al país una de las historias teatrales más bellas que caló en el corazón de tantos y tantas chilenas que sintieron que por fin alguien hablaba por ellos, por ellas. Al fin alguien hablaba de sus penas y alegrías con belleza, con nobleza, con dureza, sin menoscabarlos, sin reírse de sus sentimientos, por fin teníamos algo que nos hacia tocar las estrellas LA NEGRA ESTER, bello montaje teatral auto gestionado basado en “Las décimas de la negra Ester”, escritas con amor, con dolor, con verdad, con trago por mi querido y siempre bien recordado Roberto Parra Sandoval y que el Pérez dirigió y adaptó teatralmente con maestría, con humildad; con los ojos, el corazón puesto en las personas más sencillas.
No importó que Andrés hubiera creído en el discurso del candidato socialista Ricardo Lagos Escobar y su campaña por verdad y justicia en relación a los derechos humanos violentamente atropellados por la dictadura militar del general rastrero Augusto Pinochet Ugarte.
Lagos también habló de la deuda que Chile tenía con la cultura.
Eso impresionó al Pérez que sabia al igual que nosotros que la única manera de construir una sociedad justa, respetuosa, próspera; es confiar, preparar, apostar por los sectores desprotegidos y en este ámbito el teatro, la danza, la música, la pintura, el canto, la poesía; la cultura artística, que emerge del alma de hombres y mujeres que quieren manifestar, compartir a través de un lenguaje no cotidiano una idea, una imagen, una crítica… Tampoco importó que el Gran Circo Teatro, junto al Pérez, y al equipo de Arquitectos de la Usach “CUCHITRIL”, hubiesen trabajado por proponer un anteproyecto arquitectónico que hiciera de los Galpones Teatrales un lugar de encuentro entre los creadores de 4 compañías profesionales y la comunidad, no importó que el ministro Ravinet irrespetara y tomara ventaja por sobre un ciudadano que no tenía las ventajas que tienen las autoridades en Chile y no importó que la señora Luisa Durán llegara un día con su séquito a mirar lo que luego sería arrebatado a este colectivo independiente, en pos de un proyecto cultural de su propia iniciativa…. No hubo licitación alguna, ella sólo tomó ventaja de su rol de mujer del presidente de la República, candidato que resultó electo años antes… entre sus votos estaba el del Pérez que creyó en su proyecto.
Este despojo le significó a Andrés un gran dolor, un no comprender porqué en nuestro país están tan determinados los destinos de todos. Ante sus ojos sólo veía traición, miradas esquivas, murmuraciones sobre su reunión con el alcalde de Santiago, el UDI, Joaquin Lavín, alcalde elegido por los santiaguinos no por Andrés, mucho menos por mí que jamás he tenido ni respeto, ni confianza en las autoridades que finalmente son representante del poder político y económico, eso ha sido siempre igual y hoy más que nunca. Hoy la ideología dio paso a operadores políticos que están más ocupados en cuidar los intereses de los empresarios que del bienestar de los trabajadores Tengo la certeza que el modelo capitalista no se maquilla, no se acomoda, se destruye.
Andrés que estaba enfermo del síndrome de inmuno deficiencia adquirida, sintió que no le quedaba nada por hacer donde las pequeñeces humanas de quienes deben velar por el bienestar de su gente, la pisotea, le roba, le desprecia. Yo acompañé al Pérez en su última batalla, él lo quiso así… hablamos de tantas cosas, nos reímos de tantos recuerdos, hicimos planes como cómplices en el teatro que éramos, lloramos por tantas injusticias y un día me contó que el había visto muchas personas sencillas que lo recordaban con cariño, que le daban las gracias por sus regalos teatrales…. Eso es lo que hacemos todos los 11 de mayo desde el año 2002, artistas independientes, familia, público general, amigos, colegas… por la memoria de los olvidados…
Hoy a pocos días del 11 DE MAYO; DÍA NACIONAL DEL TEATRO, 2018, seguimos con nuestra carpa clausurada, seguimos mendigando apoyo institucional para festejar con alegría, con amor, con talento, con delirio nuestra fiesta teatral…como somos porfiados y creemos en ustedes lo haremos igual con las patas y el buche….ustedes nos apoyarán con sus abrazos, sus morlacos, su resistencia, su rebeldía….
Con alegría, con ira acumulada, con poca paciencia, Rosa Ramírez Ríos; teatrista.
¡¡EL TEATRO NO SE RINDE!!
