ESCÚCHANOS AKÍ
jueves, 19 de marzo de 2020
Acción Ácrata
El anarquismo es una corriente de
pensamiento y acción que no es nueva en el territorio dominado por el
Estado chileno. A principios del siglo XX la influencia ácrata en el
mundo obrero fue de vital importancia para el desarrollo de un
sindicalismo revolucionario, organizaciones afines, colectivos y
publicaciones de diversa índole.
Varias son las experiencias que se
manifiestan en los libros de historia en el periodo de 1893-1924, donde
lxs ácratas se han hecho presentes en las continuas huelgas, mítines y
protestas sociales que marcaron lo que se conoce dentro de la
historiografía clásica como “La Cuestión Social”, donde los agitadores
anarquistas expresaban sus arengas y pregonas en las calles, como
también en la acción directa, tomando conciencia de la importancia de la
“propaganda por el hecho”.
El metal hecho pluma de lxs escribanxs
ácratas, se convertía en un puñal contra la burguesía atacando
periódicamente desde las autogestionadas publicaciones obreras como “La
Batalla”, “Verba Roja”, “El Surco”, “Acción Directa”, “El Sembrador”, y
tantas otras que se presentaron como los órganos de difusión de las
ideas antiautoritarias en aquella época.
Fue tal el impacto de lxs anarquistas a
principios del siglo XX, que el Estado no escatimaba sus recursos al
momento de echar a correr la represión contra el movimiento libertario,
los constantes allanamientos a la sede de la IWW, a los domicilios de
los sindicalistas revolucionarios y de distintos personeros de la
anarquía marcaban el devenir de la época. La prisión política fue
bastante habitual para los editores de los periódicos, y en general para
el movimiento obrero, lxs cuales no se dejaban censurar por la brutal
represión que orquestaba el Estado. A lo largo de la historia, jamás han
callado a lxs corazones libres y rebeldes, ni la cárcel ni la muerte
sirvieron para callar a lxs anarquistas.
En respuesta a la persecución política,
las muertes y el encarcelamiento de lxs compañerxs, lxs ácratas
sedientos de venganza, no titubearon en pasar a la acción, utilizando
sus propios medios para hacer temblar a la burguesía. El instinto
iracundo de lxs rebeldes se hacía presente en Valparaíso, ya en 1903 con
la huelga de los estibadores, se incendiaban las oficinas del pasquín
de la burguesía “El Mercurio” y se desataba una de las más grandes
huelgas que presenciaba la ciudad puerto para aquella época. En 1905 la
huelga de la carne pone de manifiesto la potencialidad obrera de la
época desbordando todo control estatal, las escaramuzas, manifestaciones
y destrozos se extienden por casi una semana, dejando un numero de
alrededor de 200 obrerxs muertos. La escalada de violencia se
incrementaba a cada momento, y el número de asesinados por el Estado
seguía aumentando.
Los años subsiguientes continuaron con
la represión y las matanzas obreras, lo que encendió aún más los
sentimientos de venganza. Por su parte, el movimiento anárquico y
específicamente sus individualidades esperaban pacientemente la
oportunidad de poder atacar y pasar a la ofensiva. Los vindicadores de
lxs oprimidxs tenían claro que no se podía dejar en el olvido a tantxs
compañerxs muertxs, dejando marcada una época por la violencia
revolucionaria justificada por todas estas masacres.
Han pasado más de 100 años de la
influencia anarquista en este territorio, lo que hace indispensable que
rescatemos desde la maquinaria del olvido, esta historia. Seremos
nosotrxs lxs anarquistas quienes nos encargaremos de reconstruir nuestra
propia memoria sin ningún oportunismo de la academia, sino que lo
haremos desde el corazón, desde el mismo palpitar que tenían lxs
oprimidxs hace cien años atrás, desde nuestrxs espíritus rebeldes y
revolucionarios, que buscamos traspasar la memoria de nuestrxs hermanos a
todxs aquellxs que se sientas afines con las ideas antiautoritarias.
Esta pincelada por los avatares de la
historia nos muestra que el anarquismo y las ideas ácratas no tienen
solo 20 años como pretende mostrar el poder, sino que poseen una ardua
trayectoria invisivilizada por la burguesía. Sin embargo aquí estamos
nuevamente para recordar a nuestrxs compañerxs.
Esta vez lo haremos con una jornada
histórica cultural que culminara con un picnic al igual que lo hacían
los anarquistas en 1920. La creatividad no tiene límites y por lo mismo,
nos ingeniamos un recorrido de la memoria ácrata en bicicleta por
Santiago. Esta iniciativa contempla una duración de tres horas
aproximadamente pasando por 8 puntos relevantes, según nosotrxs, para la
historia del anarquismo entre 1900 al 1930.
Para esta cicletada entregaremos un
material informativo que hemos desarrollado mediante investigaciones
previas que aportaran a la ruta, por lo tanto, se sugiere un aporte
monetario desde mil pesos ya que todos los recursos e insumos invertidos
en esta iniciativa salieron del bolsillo de lxs realizadores. Lo que
queremos decir con esto, es que el aporte sugerido solo pretende cubrir
los gastos del material que entregaremos en la jornada y también, para
preparar próximas rutas que rescaten la historia del anarquismo en el
territorio.
Dejamos en claro que el aporte sugerido
no es excluyente para realizar la cicletada, solo queremos que nuestros
esfuerzos y trabajos sean valorados, por los que asistan a esta
instancia que tendrá más de una sorpresa durante la jornada…
Esperando que sea bien recibida nuestra
iniciativa, dejamos a todxs aquellxs que se vean interesadxs por las
ideas antiautoritarias y anárquicas a ser parte de esta cicletada por la
memoria ácrata, dando énfasis principalmente en el anarquismo desde
1900 a 1930.
La convocatoria de partida sera en el
Parque Quinta Normal, frente al museo de historia natural desde las
10:30 donde realizaremos una presentación de la jornada e iniciaremos la
ruta de la memoria anárquica en Santiago. ¿Cuándo? EL sábado 28 de
marzo de 2020 a pocas horas de un día cargado de memoria combativa en
esta región.
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Marzo 2020
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